Saber de dónde procede el CBD es una cosa, pero ¿qué hay de esa interacción tan importante de la que hablamos?
Para que el CBD ejerza su efecto, necesita un punto de contacto: el sistema endocannabinoide. Su nombre puede sonar complicado, pero desempeña un papel bastante sencillo.
El sistema endocannabinoide o SEC existe en todos los mamíferos, como perros y gatos, e incluso en animales no mamíferos como el pez dorado.
El papel del SEC en el ser humano es un descubrimiento relativamente nuevo (a principios de los años 90), y el motivo por el que su investigación aún sigue en curso, pero la importancia de este sistema no debe subestimarse.
Lo que sí sabemos es lo siguiente: el SEC funciona como un sistema regulador que desempeña un papel importante en los órganos vitales, el cerebro y los sistemas nervioso e inmunológico.
Su trabajo consiste en observar todos estos sistemas y asegurarse de que funcionen adecuadamente, y que reciban los recursos que necesitan cuando los necesitan. Si por alguna razón no es así, intentará ayudar liberando ciertos compuestos biológicos y enzimas.
El CBD actúa como el director general de tu sistema endocannabinoide.
No se implica directamente en su funcionamiento diario, pero se asegura de que las enzimas y los compuestos químicos de tu cuerpo estén donde deben estar cuando sea necesario. Pero el CBD también puede tomar el mando y en ocasiones interactúa con los receptores conectados al SEC.