En la actualidad, el cannabis tiene muchas apps. Además del habitual uso recreativo, el enorme potencial de la hierba mágica para fomentar la salud y el confort fué reconocido tanto a nivel científico como anecdótico.
En la actualidad, el cannabis tiene muchas apps. Además del habitual uso recreativo, el enorme potencial de la hierba mágica para fomentar la salud y el confort fué reconocido tanto a nivel científico como anecdótico. Si echas una mirada a las indagaciones publicadas en el último período, vas a encontrar mucha literatura sobre el tema.
En este texto, hablaremos de la viable efectividad del cannabis para calmar el mal luego de una cirugía más grande. ¿Es una mejor opción a los medicamentos de venta libre? ¿O es más aconsejable tomar opioides y otros medicamentos?
Para investigar este tema, comprobaremos las indagaciones científicas sobre esto, de esta forma como el resto de configuraciones usadas por la multitud. Si te estás planteando tomar CBD o THC para calmar el mal posoperatorio, este artículo debería responder a tus cuestiones.
Tratamientos recientes para el mal posoperatorio
Sólo algunas de las cirugías son un desarrollo simple. Algunos métodos son un poco severos, pero una vez han acabado te sientes bien; en cambio, otras cirugías te dejan con dolores, como si hubieras estado en un enfrentamiento de boxeo a seis asaltos.
Antes de la legalización del cannabis, y además en la actualidad, los doctores tendían a prescribir configuraciones más habituales para calmar el dolor; algunas fundamentadas en medicamentos, en tanto que otras no.
El tipo de régimen que recibe un individuo es dependiente del tipo de cirugía realizada, de esta forma como de su tolerancia al mal. La mayor parte de estos tipos de régimen son por lo general seguros, excepto por algunos resultados consecutivos como náuseas, somnolencia y vómitos.
Los anestésicos adormecen una sección concreta del cuerpo en el transcurso de un corto lapso de tiempo. Algunos tienen la posibilidad de tomarse por vía oral, en tanto que otros son de aplicación tópica.
En algunas ocasiones, si los pacientes sufren un mal molesto, se tienen la posibilidad de utilizar bloqueadores alterados. Del mismo modo que la mayor parte de anestésicos, un bloqueador nervioso desensibiliza una zona concreta del cuerpo desde donde irradia el mal. Comunmente se administra por medio de un catéter.
Una virtud de los bloqueadores alterados es que disminuyen la proporción de medicamentos opiáceos que se gestionan al tolerante. Y eso significa una reducción en la intensidad y la continuidad de los episodios de náuseas, somnolencia y otros resultados consecutivos.
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Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
seguramente debes haber tomado ibuprofeno para calmar un mal fuerte de muelas, o celecoxib para batallar la migraña.
Los dos son medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (también populares como AINE) y, como su nombre sugiere, se utilizan primordialmente para achicar la hinchazón. Inclusive tienen la posibilidad de adquirirse sin receta médica.
La primordial virtud de tomar AINE es que no causan ningún tipo de deterioro. Pero hay algunos probables resultados consecutivos que tienen que tenerse presente, como mareos y inconvenientes estomacales. Además tienen la posibilidad de sospechar un inconveniente para todos los que sufren úlceras estomacales o quienes toman anticoagulantes.
A pesar de que los AINE sean de forma sencilla accesibles, es aconsejable averiguar a un profesional médico antes de tomarlos.
Para todos los que no quieran atiborrar su cuerpo de medicamentos, hay algunas técnicas de tranquilidad para contribuir a calmar el mal posoperatorio.
Un excelente ejemplo es la monitorización dirigida, en la cual dibujas una imagen calmada y tranquilizadora en tu cabeza. El propósito de esta habilidad es proveer una distracción interesante del mal, reduciendo de esta forma su intensidad.
Los remedios homeopáticos, como la terapia de frío o de calor, además asisten a achicar la inflamación y hacen que el mal sea más llevadero. La técnica elegida va a depender de la sugerencia de tu médico o profesional de la salud.
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Analgésicos no opiáceos
Si sufres un mal suave o moderado y deseas eliminarlo, los analgésicos son la preferible alternativa. Comunmente son eficaces por sí solos y reducen la necesidad de tomar otros medicamentos, con lo cual decrece la oportunidad de padecer resultados consecutivos.
Del mismo modo que los AINE, la mayor parte de analgésicos son seguros para el consumo. Puedes comprarlos en la farmacia sin obligación de receta médica.
No obstante, un aspecto a tomar en cuenta es el viable inconveniente hepático si se sobrepasa la dosis recetada. Si sufres de inconvenientes hepáticos que ya existían, deberás averiguar primero con un médico.
Opioides para calmar el mal posoperatorio
Algunos opioides se utilizan comunmente para calmar el mal posoperatorio. Estos medicamentos acostumbran recetarse a quienes experimentan un mal profundo.
Al tomar estos medicamentos, se unen a los receptores opioides del cerebro y la médula espinal. Entonces se envían advertencias por todo el cuerpo, informándole de que no siente mal.
La más grande virtud de tomar opioides para calmar el mal es que los efectos son inmediatos. La agonía es reemplazada por una clara sensación de euforia.
Pero como sucede con algún fármaco sintético, los problemas son severos, principalmente si se abusa de estos medicamentos.
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Efectos secundarios físicos de los opioides
Los primeros signos que revelan una dependencia a los opioides son los resultados consecutivos físicos. Varias personas experimentan somnolencia, en tanto que otras sufren estreñimiento.
Algunos ignoran estas advertencias considerándolas como algo habitual, pero presenciar estos indicios te va a indicar que algo no va bien en tu cuerpo.
Cuanto más recurrentemente consumas opioides, más simple va a ser para tu cuerpo desarrollar una alta tolerancia a estos medicamentos. Y en ese caso, ¿qué vas a hacer? Deberás incrementar la dosis a escenarios no saludables para lograr sentir algún efecto.
Pero, una vez dejes de tomar opioides, los indicios de abstinencia no son nada entretenidos. Estos tienen dentro mal muscular, calambres abdominales, náuseas y vómitos, por denominar algunos.
En este momento te encuentras frente la repugnante ironía de que los medicamentos que en teoría te ofrecen alivio te causan instantes tremendamente incómodos.
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Cambios mentales y de comportamiento
Cuando se consumen opioides de manera prolongada, el cuerpo comienza a depender de estos medicamentos. El cerebro deja de producir algunas hormonas y neuroquímicos, y en vez de ello es dependiente de los opioides para hacer el trabajo.
¿Cuál es el resultado? El cerebro además comienza a responder al ámbito de manera diferente. Algunas advertencias y estímulos tienen la posibilidad de lograr que el sujeto se acuerde del fármaco, provocándole un ansia no deseada.
Esta dependencia además puede lograr que varias personas cometan acciones desesperadas para hallar la dosis, como quitar dinero a un familiar u otros actos deshonestos.
¿Qué dicen las indagaciones sobre el cannabis para el mal?
En este momento, entremos en el meollo de la cuestión. ¿Qué opina la ciencia sobre el cannabis medicinal para el mal posoperatorio?
Como pasa con otros hallazgos sobre el cannabis, los profesionales han encontrado algunos puntos positivos y otros negativos.
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Cannabis medicinal para vigilar el dolor
En un estudio[1] llevado a cabo en 2008, los estudiosos hallaron una conexión entre el cannabis y el control del mal. ¿Cuál es la conexión? El sistema endocannabinoide (SEC) de nuestro cuerpo.
Vas a ver, cuando el THC llega al cuerpo, se une a los receptores CB1 y CB2 del SEC. La activación de estos receptores tiene el potencial de producir efectos antiinflamatorios, que alivian el mal y reducen la hiperalgesia (sensibilidad al mal anormalmente elevada). La gente que sufren fibromialgia y migrañas están muy familiarizadas con ello.
Pero eso no es todo. El THC además puede modular los escenarios de dopamina y serotonina, lo que además podría contribuir a achicar el mal.
El CBD, un complejo no psicotrópico, además es eficiente como compuesto antiinflamatorio[2] potencial, por medio de su acción indirecta sobre el SEC. La llegada total del potencial analgésico del CBD todavía es objeto de enfrentamiento, pero recomienda la viable efectividad de los productos terapéuticos de cannabis de espectro terminado.
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¿Marihuana medicinal para achicar la utilización de analgésicos?
Los opioides en sí no son el exclusivo inconveniente. Otra cuestión considerable es la disponibilidad a estos medicamentos y la simplicidad de abuso o consumo indebido.
No obstante, estudios recientesmuestran cómo el cannabis medicinal podría probablemente achicar el consumo de opioides. En un estudio se encuestó a 1000 personas que tomaban cannabis para vigilar el mal, y se visualizó que el 82% de los encuestados ha podido achicar o dejar totalmente el consumo de analgésicos de venta libre. Y un 88% ha podido dejar totalmente los analgésicos opiáceos.
En algunas ocasiones, la multitud recurre al cannabis medicinal para evadir los repugnantes resultados consecutivos que generan algunos medicamentos. Pero, al fin y al cabo, el consumo controlado de marihuana con objetivos terapéuticos facilita a los pacientes presenciar alivio sin obligación de opioides. Por consiguiente, las opciones de desarrollar una tolerancia y dependencia disminuyen de manera significativa.
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El cannabis medicinal como viable puerta de entrada al consumo de opioides
Además, además debemos tomar en cuenta los puntos negativos del consumo de cannabis medicinal. Como exhibe este estudio piloto retroactivo[4] de 2016, el consumo crónico de marihuana podría llevar a un viable consumo de opioides.
En el estudio participaron pacientes de los hospitales de Colorado y Texas que habían sufrido accidentes de tráfico. Se llegó a la conclusión de que el consumo crónico de cannabis probablemente afecte a la respuesta al mal, al necesitar superiores dosis de analgésicos opiáceos para conseguir alivio.
No obstante, cabe indicar que esos resultados se observaron de manera específica en clientes crónicos. Quienes consumían de manera esporádica no enseñaron diferencias en su deseo de consumir opioides.
Opioides vs cannabis para calmar el mal posoperatorio
Supuestamente, hay un argumento convincente en pos del consumo de cannabis medicinal para calmar el mal posoperatorio. Pero, si lo analizamos con los opioides, la cosa se regresa algo más complicada.
Tanto los opioides como la marihuana tienen una alta posibilidad de ser consumidos en exceso. Las dos sustancias aportan una sensación de euforia a los clientes, realizando que sean susceptibles a la adicción y al consumo crónico. No obstante, los indicios de abstinencia de los opioides tienden a ser muchísimo más repugnantes.
Además, el cannabis podría considerarse una aceptable opción al consumo de opioides, si se toma de manera correcta. Lo verdaderamente considerable es que no produce resultados consecutivos repugnantes y no causará una sobredosis mortal.
Aquí es donde los opioides tienen alguna virtud. En cualquier sitio de todo el mundo, estos medicamentos están accesibles a la venta siempre que se tenga una receta médica.
Pero este no es la situacion del cannabis, que sigue considerándose una sustancia «peligrosa» en varios países, imponiendo fuertes castigos por su posesión, cultivo y venta. En los USA todavía es una sustancia de la Lista I, adjuntado con el éxtasis, la heroína y el LSD. En escasas expresiones, el gobierno ha considerado que estas sustancias no tienen «un uso médico recibido» y suponen un «prominente potencial de abuso».
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El desarrollo del alivio del dolor
El cannabis y los opioides ofrecen alivio del mal de manera diferente. Como comentamos en un apartado previo de este artículo, los opioides engañan al cerebro para que sienta que el cuerpo no experimenta mal. Esto pasa en el instante luego de que los medicamentos se asocien a los receptores opioides del cerebro.
El desarrollo con el cannabis es sutilmente diferente. Refuerza la aptitud del cuerpo para achicar la sensación de mal, realizando que sea más natural, pero probablemente menos efectivo.
¿Deberías consumir cannabis para calmar el mal posoperatorio?
En este enfrentamiento hay por lo menos dos corrientes de pensamiento. Un conjunto de individuos preferirá el cannabis porque, en contraste con los opioides, sus resultados consecutivos son bastante menos severos. En cambio, otro grupo preferirá los opioides gracias a su disponibilidad y a los inconvenientes legales alrededor de la marihuana.
El cannabis tiene potencial terapéutico, pero además puede enseñar algunas adversidades, en relación del tipo de cirugía que hayas recibido. Entre otras cosas, si te has sometido a una operación relacionada con el sistema respiratorio, fumar es completamente desaconsejable.
Es requisito hacer más indagaciones sobre el consumo de cannabis para achicar el mal posoperatorio, pero los resultados recientes son verdaderamente prometedores. Además, la marihuana es subjetivamente segura de consumir antes y luego de una cirugía.
Para más grande seguridad, es aconsejable averiguar a un médico antes de tomar cannabis luego de una cirugía.
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