Para tener plantas de calidad y buenas cosechas, el secreto está en la calidad de las semillas.
Para tener plantas sanas y buenas cosechas, la clave está en la calidad de las semillas. Aunque es evidente que una precisa fertilización/riego y una aceptable iluminación además afectan a la salud y potencial de producción de tus plantas, empezar un cultivo con una genética de primera calidad es igual de considerable, o inclusive más. Pero, ¿cómo se distinguen precisamente las semillas de marihuana de calidad del resto? En este texto te exponemos precisamente cómo descubrir semillas de marihuana de alta definición, evadir las que no son ejecutables y empezar tu cultivo de manera correcta.
Apariencia y sensación: comprueba el color, tamaño y forma de tus semillas
En contraste con otros cultivos agrícolas (como el de verduras, frutas o cereales), la marihuana no se ha sometido a técnicas de cría estrictas para asegurar cosechas equilibrados. Esto quiere decir que algunas veces se siembra un pack de semillas practicamente etiquetadas como la misma «variedad», pero puede que den lugar a plantas con un aspecto muy distinta. Además significa que las semillas particulares que compras en un banco de semillas tienen la posibilidad de cambiar en fachada.
Visto que las semillas de marihuana logren tener distinto aspecto hizo que algunos cultivadores piensen que el volumen, la forma o el color de una semilla dicta su calidad.
Nosotros no pensamos que el volumen o la forma de una semilla sean signos de su calidad. Algunas variedades sencillamente generan semillas más pequeñas que otras y, algunas veces, la misma planta puede ocasionar semillas de diferentes tamaños y formas. Jamás descartes una semilla solo porque es más chiquita o diferente a otra.
Además, el color y la textura de una semilla tienen la posibilidad de ofrecerte más información acerca de su madurez y potencial para germinar o transformarse en una plántula saludable.
Las semillas de marihuana maduras acostumbran tener una cáscara exterior dura que puede cambiar en color, desde muy oscuro (o negro) hasta un gris muy claro, y también tienen la posibilidad de tener rayas. Además deberías poder apretar firmemente estas semillas entre los dedos sin que se rompan.
Las semillas de marihuana sin madurar, además, tienden a ser verdes y tienen una cáscara exterior despacio que se rompe cuando aplicamos cualquier clase de presión.
Ten presente que el fácil desarrollo de empaquetado y alojamiento de las semillas de marihuana además puede perjudicar a su fachada. Los cambios bruscos de humedad, temperatura o exposición a la luz tienen la posibilidad de lograr que algunas semillas simulen más oscuras o más visibles que otras, pero de todos modos no interfiere a su calidad.
Recuerda, del mismo modo que los animales y otros seres vivos, las semillas de marihuana son biológicamente diferentes entre ellas (incluso si practicamente son la misma variedad) y, entonces, van a exponer propiedades físicas diferentes. No dejes que estas diferencias naturales te engañen y te hagan suponer que una semilla más importante, más redonda y más oscura (por ejemplo) es de mejor calidad que una más clara, más chiquita y más ovalada.
¿Puedes entender el sexo de las semillas de marihuana por su fachada?
Esta pregunta es una recurrente entre nuestros usuarios y principiantes en cultivo, y la respuesta es un NO rotundo. Sencillamente, no hay forma de entender el sexo de una semilla de marihuana con solo mirarla.
Si haces una búsqueda ligera por internet vas a descubrir toda clase de mitos acerca de cómo distinguir las semillas de marihuana femeninas de las masculinas. Posiblemente el más extendidos es un gráfico donde se muestran 5 semillas diferentes, y que asegura que las semillas femeninas tienen «una depresión muy bien redonda, semejante a un volcán, en la parte de abajo (desde donde la semilla va unida a la planta)».
Esto es completamente falso. Como hemos explicado antes, las semillas de marihuana no son iguales por naturaleza, y no hay ningún aspecto físico que logre decirte si su genética es masculina o femenina. La exclusiva forma de distinguir una planta de marihuana hembra de un macho es viendo sus flores cuando empieza a manifestarse el sexo. No te dejes estafar por un gráfico de internet y finalizes tirando semillas muy bien sanas.
Cultivar semillas del fondo de la bolsa
Algunos fumadores se alegran cuando están semillas en el fondo de su bolsa de marihuana, y suponen que tuvieron bastante fortuna. Por otro lado, hallarse semillas en una bolsa es negativo por numerosas causas. Por un lado, supone que el productor se equivocó y permitió que sus plantas fuesen polinizadas por un macho invasor. Cuando las flores se polinizan, dejan de producir resina con THC y desvían su energía para producir semillas. Y además, esas semillas estaban dentro en el peso de la bolsa, lo que supone que te brindaron menos hierba de la que pagaste.
Mencionado lo anterior, además puede suceder que acertadamente hayas tenido suerte y que la diversidad de hierba fuese de primera. En ese caso, podrías llevar a cabo la siguiente prueba para ver si merece plantarlas o no.
Germinar todas las semillas igualmente
El procedimiento que realmente te va a mostrar el potencial genético de una semilla es sencillamente plantarla. No tardarás bastante en salir de inquietudes. Si cultivas en el hogar y tienes tiempo y espacio de sobra, esta es la preferible alternativa para un emprendimiento riesgoso. Los productores de cannabis a nivel comercial indudablemente no van a tener tanto tiempo para dedicar.
Conseguir semillas de fuentes fiables
Lo destacado que puedes llevar a cabo para estar seguro de que tendrás semillas de calidad, es recurrir a un banco de semillas de buena valoración. Estas compañias tienen la posibilidad de presumir de sus capacidades para la cría y se afirman de que sus usuarios reciban precisamente lo que han comunicado. Tienen valoración de contemplar toda clase de pretenciones, por lo cual su imagen se vería dañada si incumplen tus expectativas.
La opción que tienes es arriesgarte y adquirir semillas de un aficionado. No supone que los novatos apasionados no logren producir una genética espectacular, pero si no conoces su vivencia ni sus capacidades, nadie te puede garantizar que esas semillas vayan a crecer.
La prueba de flotación
Si tras investigar el aspecto y dureza de las semillas, todavía no estás seguro de su calidad, es el instante de ponerte la bata de laboratorio y los lentes protectoras. Bueno, no precisamente. La prueba de flotación es increíblemente simple y solo tiene dos probables resultados. Llena un vaso o tarro con agua (preferiblemente agua destilada o de manantial) y ubica tus semillas en la área del agua.
Este procedimiento, fácil y de bajo coste, es una enorme forma de diferenciar la buena genética de la mala; las semillas se hundirán o flotarán, verdaderamente. Las semillas que floten en la área posiblemente sean de baja calidad y tienen que desecharse. Las semillas que se hundan hasta el fondo, como una bala de cañón botánica, posiblemente estén sanas y germinarán.
Por otro lado, hacer la prueba de flotación necesita algo de paciencia, puesto que los resultados no son rápidamente evidentes. Deberás aguardar 1-2 horas, precisamente, antes de poder corroborar los resultados. Algunas semillas de excelente calidad requieren cierto tiempo para absorber la proporción de agua bastante para hundirse. Explota este tiempo para proceder a regar tus plantas o llevar a cabo una poda. Cuando vuelvas, las semillas que floten en la área posiblemente sean inviables, por lo cual no merece dedicarles más tiempo y esfuerzo.
Es considerable hacer esta prueba solamente si piensas germinar las semillas rápidamente luego. Las semillas ejecutables que se hayan hundido van a haber absorbido agua; el agua cruzará la membrana de la semilla detallando que es el instante de cobrar vida – activando la germinación.
Calidad de las semillas de marihuana: conclusión
La calidad de las semillas perjudica de manera directa a la calidad de la cosecha. Teniendo esto en cabeza, no olvides practicar los consejos anteriores para evaluar la calidad de las semillas que compres. Mencionado lo anterior, ten en cuenta que cada planta de marihuana es diferente y, entonces, va a producir semillas sutilmente diferentes.