Las Moon Rocks fueron el primer paso. Estas devastadoras mezclas de THC son básicamente cogollos de calidad cubiertos de aceite de cannabis y espolvoreados o rebozados con kief. El resultado es una bola que combina aceite de marihuana, cogollo y el mítico kief, una variedad de extracción tradicional de la India, Nepal o Afganistán, y cuyo nivel de THC puede alcanzar fácilmente el 51 %.
Como os podéis imaginar, estas Moon Rocks son capaces de tumbar a los fumadores más expertos ya que superan con creces la potencia de los cogollos que se consumen habitualmente.
